Todos los planetas del sistema solar llevan el nombre de antiguos dioses. Por ejemplo, el planeta Marte, al que los humanos deberían viajar en las próximas décadas, lleva el nombre del dios de la guerra. Júpiter es el antiguo dios romano del cielo, la luz del día y las tormentas. Saturno era considerado el dios de la agricultura, Venus, la diosa de la belleza, el amor y la fertilidad. Pero el nombre de nuestro planeta no tiene nada que ver con los dioses antiguos.
Llamamos al suelo bajo nuestros pies y al planeta con la misma palabra «tierra«, aunque en el segundo caso la escribimos con mayúscula. Teniendo en cuenta que la superficie de los mares y océanos de nuestro planeta es mayor que la de la tierra, tendría más lógica llamarlo «Agua«. De hecho, el nombre del planeta Tierra tiene sus raíces en la antigüedad y no ha cambiado desde entonces.
Nombres de Planetas y Asteroides
Hay que reconocer que Marte, Júpiter, Saturno, Venus, etc., son nombres muy bonitos para los planetas. No solo los planetas, sino también otros objetos espaciales llevan el nombre de antiguos dioses. Un ejemplo de ello es el asteroide Polimnia. Lleva el nombre de la antigua musa griega de los himnos solemnes, y eso es simplemente maravilloso.
Pero nuestro planeta natal, la Tierra, si se piensa bien, lleva el nombre de la tierra bajo nuestros pies. Los autores de la revista científica IFL Science han explicado recientemente a qué se debe esto.
Origen de la Palabra «Tierra»
Todos los pueblos tienen su propio nombre para nuestro planeta común. En la mayoría de los casos, es consonante con el nombre del suelo bajo nuestros pies. Por ejemplo, en inglés el nombre de nuestro planeta es «Earth«. Los científicos creen que deriva de la palabra anglosajona «ertha«, que puede traducirse como «la tierra sobre la que se camina«.

También existen palabras consonantes con «Earth» en otras lenguas antiguas. Por ejemplo, en frisón antiguo, lengua que se hablaba antiguamente en los Países Bajos, el norte de Alemania y el sur de Dinamarca, existía la palabra «erthe«. En alemán moderno existe la palabra «Erde«, y en holandés «Aarde«. Es posible que todas estas palabras tengan una raíz aún más antigua, pero no ha llegado hasta nosotros de ninguna manera y es poco probable que la conozcamos nunca.
Otro ejemplo, el nombre ruso de Tierra (Земли) procede de la antigua raíz «зем-«. Designaba lo que está abajo, como «suelo» o «fondo».
En español, la palabra «tierra» proviene del latín «terra«. A su vez, se cree que «terra» tiene raíces en una forma indoeuropea reconstruida, «*ters-«, que significa «seco».
Curiosamente, aunque la palabra «tierra» en español proviene del latín «terra», no se suele atribuir el nombre de nuestro planeta directamente a la diosa romana. Se considera más bien una evolución del término que designaba al suelo, al terreno.
¿Por qué la Tierra se llama así?
Ya hemos aclarado el origen de las palabras «Earth» y «Tierra». Pero, ¿por qué no hemos llamado a nuestra casa con el nombre de un dios? ¿Por qué el nombre está relacionado con la tierra y no con el agua, cuya superficie es mucho mayor?
La razón es que los antiguos sólo consideraban planetas lo que veían en el cielo. Los asociaban a los dioses, por lo que les daban nombres bonitos. Nuestros antepasados remotos ni siquiera sospechaban que vivían prácticamente en un objeto espacial como Marte, Saturno, etc., pero con unas condiciones más aptas para la vida. Por eso creían que vivían en la «Tierra«, en la superficie del suelo.

Podrían haber llamado al planeta «Agua», pero no sabían lo inmensos que eran los mares y océanos que nos rodeaban. La gente fue descubriendo cómo era el planeta Tierra poco a poco, a lo largo de miles de años. Los antiguos viajeros, como los fenicios, los griegos y los vikingos, contribuyeron en gran medida a ello. Tampoco hay que olvidar los trabajos de los científicos de la antigüedad: Heródoto y Eratóstenes fueron los primeros en intentar dibujar un mapa del mundo.
¿Por qué no se Cambia el Nombre de la Tierra?
Hoy en día sabemos perfectamente que la Tierra es un planeta. Esto plantea la pregunta: ¿por qué no le hemos dado todavía un nombre más interesante? Esto se debe a una serie de factores. En primer lugar, el nombre «Tierra» se ha utilizado durante miles de años, por lo que tiene un significado histórico y cultural. En segundo lugar, el nombre ya es universal y reconocible, todo el mundo está acostumbrado a él y se utiliza en todas partes, desde las obras de arte hasta los trabajos científicos. Cambiar el nombre del planeta significaría reescribir todo eso, lo cual es imposible.
Además, el nombre «Tierra» ya cumple su función: denota el planeta en el que vivimos. Una vez hubo un hilo en Reddit en el que se pedía a los usuarios que inventaran un nuevo nombre para la Tierra. Las opciones más populares fueron «Bola Azul Brillante», «Rock», «Sol 3» y «Terra». Por supuesto, todo esto son bromas, y nadie se lo toma en serio.
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